Esta receta me la inventé a raíz de una cena con amigas una noche de verano. Era una cena sencilla e informal, de gazpacho, tortilla y ensaladas en un ambiente alegre y cálido, por lo que quería darle un toque especial. El postre era helado y me estaba preguntando cómo hacer de su presentación algo original cuando miré en el congelador. Había láminas de hojaldre congelado y la imagen me vino a la cabeza. ¡Podía hacer cuencos comestibles al estilo de las heladerías! Esta receta no sólo es fácil, sino que permite diversos añadidos extra para los más golosos, o incluso cambiarla y no rellenarlos de helado, sino de ganache, natillas, fruta o nata con nueces.

ingredientes

1 lámina de masa de hojaldre (saldrán 4 cuencos)
8 cucharadas de azúcar (mejor morena)

preparación

Piensa de antemano que necesitarás cuatro moldes de flan, magdalenas o similar para horno, cuanto más altos mejor. Los cuencos tendrán el tamaño y altura de los moldes que uses. Lávalos, especialmente por fuera. También puedes optar por forrar su exterior de papel de aluminio ligeramente humedecido en aceite (mira "Cómo desmoldar un bizcocho: el sistema definitivo" para los detalles). Espolvorea la mitad del azúcar sobre una superficie de trabajo, coloca la lámina de hojaldre encima (si es congelada, déjala descongelar antes), y espolvorea por encima la otra mitad del azúcar. Pasa suavemente un rodillo de cocina por encima para adherir el azúcar a la masa, o hazlo apretando con las manos. Corta la masa en cuatro partes iguales. Si te quedan rectangulares pasa un poco el rodillo para estirar el lado más corto. También puedes cortar las puntas para que tengan el filo redondeado. Pon los cuencos boca abajo sobre una bandeja de horno. Coloca las láminas encima, de tal manera que cubran los moldes como una mesa de camilla. Si aprietas un poco la base cuando los cuencos endurezcan se podrán sostener solos en el plato. Hornea a 180 ºC hasta que tuesten. Deja enfriar y sirve los helados en ellos.

extras

Puedes bañar los cuencos en chocolate, todo su interior o sólo el filo (un poco de chocolate de cobertura derretido sobre un plato hondo y pasando los cuencos boca abajo por ellos). Al chocolate puedes añadir además almendras, nueces o avellanas. Otra opción es poner unos cuencos con el chocolate derretido, los frutos secos, siropes y demás en la mesa para que cada uno se haga el cuenco a su gusto.

alternativas

Si pasas el azúcar por las cuchillas de una batidora unos segundos el azúcar se pegará mejor a la masa y el dulzor de los cuencos será más homogéneo. Esto es válido tanto para azúcar blanca como morena. Otra opción es endulzar la masa con miel calentada con unas cucharadas de agua (dos de miel por una de agua aproximadamente).

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