Esta es una receta tremendamente sencilla y típica de Granada, donde se suele tomar como tapa en los bares (la tapa es prácticamente una religión allí), aperitivo en una comida o acompañando carnes como deliciosa y nutritiva alternativa a las patatas fritas.

ingredientes

1 berenjena
harina (yo suelo utilizar integral)
1 buen puñado de sal
aceite, a ser posible de girasol
miel de caña o, en su defecto, de abejas

preparación

Lava bien la berenjena y córtala a tiras como si fueran patatas fritas muy gruesas o patatas bravas, quitando las tiras de piel (si prefieres dejar la piel recuerda freírlas lo más posible para que se haga bien). Llena un bol grande con agua y la sal y ponlas a remojo un cuarto de hora. La sal sirve para quitarles el amargor. Escúrrelas bien y rebózalas en la harina, apretando un poco para ayudar a que se adhiera bien. Fríelas en abundante aceite. Cuando las saques ponlas a escurrir sobre papel de cocina o una rejilla para que no se ablanden. Servir con unos hilos de miel por encima o en el borde del plato para que cada cual se las endulce a su gusto.

extras

Puedes añadirle a la harina un poco de sal o espolvorearla por encima al servir para conseguir un delicioso contraste dulce-salado al estilo de los cacahuetes fritos con miel, o especiar la harina a tu gusto.

alternativas

Prueba a freír las berenjenas en tempura. También puedes probar con otras verduras, como calabacines, boniatos (batatas) o zanahorias.

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