Hacer tortillas es algo básico a la hora de aprender a cocinar, pero al principio asusta un poco, sobre todo respecto a saber cuándo está hecha (antes de que empiece a echar humo, claro) o a darle la vuelta sin derramar la mitad durante el proceso. Pero tarde o temprano hay que aprender y, como descubres rápidamente, tampoco era tan difícil la cosa y además resulta que es una receta sabrosísima, permite miles de variantes y para colmo te saca de más de un apuro. Como la primera vez en esto de cocinar tortillas suele ser un poco peliaguda y aprovechando que Tita Cris (sí, la experta en buñuelos de bacalao) iba a hacer una de calabacín he tomado fotografías de todo el proceso para poder publicar una guía paso a paso. Así podréis lanzaros a cocinar vuestras primeras tortillas con una buena referencia:
1. Ten a mano la mezcla inicial de ingredientes, incluyendo los huevos batidos, en un bol.
2. Recuerda que normalmente se tiende a escoger sartenes un poco más grandes de lo que es necesario. Si te gustan las tortillas gruesas, usa una sartén más pequeña de lo que piensas. En caso de pánico escénico, siempre puedes verter la mezcla en la sartén a evaluar para saber si realmente es la adecuada. Limpia entonces la sartén, sécala bien y vierte aceite hasta cubrir sobradamente el fondo.
3. Cuando el aceite esté caliente (no dejes que humee, el aceite se vuelve inservible e incluso tóxico) vierte el contenido del bol en la sartén.
4. Si la tortilla va a ser muy gruesa, tras un minuto a fuego medio bájalo a fuego bajo, para que no se haga demasiado el exterior mientras el interior se queda crudo, y tápala dejando un resquicio para que el exceso de humedad pueda evaporar. Si tu tortilla es de las finas, sigue a fuego medio o medio-bajo.
5. Inclinando suavemente la sartén y levantando ligeramente un lado con un tenedor podrás ir comprobando el tostado y así evitarás que se te queme. Ten en cuenta que el centro de la base siempre queda un poco más tostado que el borde. Cuando esté dorada a tu gusto procede con el siguiente punto de esta guía.
6. Con la ayuda de una espátula retira todo el aceite que puedas de la sartén. ¿Por qué? Pues porque si no lo haces cuando le des la vuelta vas a tener un montón de aceite tremendamente caliente derramándose por ahí, inclusive encima tuya.
7. Coje un plato de radio igual o mayor a la sartén y con suaves golpes de muñeca pasa la tortilla de la sartén al plato.
8. Coje un plato similar al anterior, cubre la tortilla, sujeta los dos platos bien y gíralos 180º. Felicidades, ¡acabas de darle la vuelta a la tortilla! ;)
9. Ahora con cariño, delicadeza y la espátula devuelve la tortilla a la sartén, a la que previamente le has vuelto a poner un poco de aceite (dos o tres cucharadas bastarán).
10. Aprieta los bordes de la tortilla con la espátula y utiliza el tenedor de nuevo para controlar que no se te quema por debajo.
11. Cuando esté lista pásala con suavidad a un plato y ¡voila! Tu tortilla está lista para ser devorada.
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