Un clásico en todas las casas de abuelas pero simplificada y sin grasas animales. Aunque parezca increíble este potaje, además de ser obviamente ideal para días fríos, cae ligero en el estómago (a menos que se te vaya la mano con el pan, claro ;) por lo que la mayoría de personas no tienen problema en repetir una o incluso dos veces. Receta para 3-4 personas. Se puede congelar sin problemar y descongelado está igual de bueno.
400 gr. de alubias blancas (duras y puestas en agua 24 horas entes, o un bote de alubias en conserva de unos 500 gr.)
1 manojo de acelgas frescas (unas 6 hojas, si son rojas mejor –variedades Ruby o Borgoña- pues son más tiernas y sabrosas), o 400 gr. de acelgas congeladas
media cebolla grande
1 lata pequeña (300-400 gr.) de tomate natural triturado o el resultado de rallar 8 tomates maduros en un bol
1 diente de ajo
aceite de oliva virgen extra (más información aquí)
hierbas aromáticas al gusto (yo suelo usar una cucharada de albahaca)
Si las acelgas son frescas lávalas y córtalas al gusto (no retires todo el tronco, quedará tierno y delicioso una vez cocinado), pon un cazo con agua al fuego y cuando hierva introduce las acelgas. Déjalas hervir hasta que se hayan ablandado y oscurecido y el agua haya tomado un color verdoso. Retíralas, escúrrelas y reserva. Si son congeladas ponlas a descongelar en el microondas y tira el agua que desprenden durante el proceso de descongelación.
Pela y corta la cebolla en trozos medianos (como una falange del dedo meñique, por ejemplo) y pica los ajos en trozos lo más pequeños posibles. Pon una olla grande al fuego con aceite suficiente para cubrir en fondo bien y cuando esté caliente echa la cebolla y el ajo, remueve con una espátula de madera hasta que doren bien y entonces añade las acelgas. Mezcla bien y cuando lleves un par de minutos añade el tomate y la albahaca. Cuidado al añadir el tomate, pues si el aceite está muy caliente el agua del tomate saltará así que debes tapar la olla y sólo abrirla para remover de vez en cuando.
Cuando el tomate lleve unos cinco minutos cociendo verás que cambia de color ligeramente y que el caldo empieza a oler estupendamente. Añade dos vasos de agua lentamente, subiendo la potencia del fuego y removiendo para evitar que el potaje baje mucho de temperatura. Ten en cuenta que hay gente que prefiere el potaje con más caldo y gente que con menos, y que al hervir parte del agua evaporará por lo que necesitarás, como mínimo, echarle un vaso más durante el resto de proceso de cocción. Confía en tu criterio cuando lo hagas, no tienes más que imaginarte qué densidad te gustaría conseguir pero peca de menos agua que de más, porque es más fácil de corregir que si te has pasado (si te quedas corto siempre puedes añadir más agua y alargar la cocción, y si te pasas tienes que alargar Mucho la cocción y destapar la olla para que evapore bien).
Sigue cociendo y removiendo entre 5 y 10 minutos, hasta que el caldo esté dorado-anaranjado (el dorado cortesía del maravilloso aceite de oliva virgen extra) y las acelgas bien sueltas y cocinadas. Entonces añade las alubias, si son en conserva con el jugo de la conservación, baja el fuego y deja hacer suavemente removiendo de vez en cuando hasta que las alubias estén listas.
extras
Con patatas: Prueba a añadir patatas cortadas en trozos (1 pequeña por persona). Añádelas junto con la cebolla para darles tiempo suficiente a hacerse, y si doran por fuera aún mejor. Personalmente uso un pequeño truco, ya que como las patatas tardan en hacerse se alargaría toda la cocción hasta poder echar las alubias: Cuezo las patatas al microondas, cortadas ya en trozos, en un plato hondo con agua y a potencia media. Voy parando el microondas cada dos minutos para comprobar su estado y cuando ablandan las escurro y reservo. Dependiendo de si necesitan un rato más para hacerse o están prácticamente hechas las añado al principio o a final de cocción del tomate y listo, ya tenemos potaje con patatas.
Con chorizo: Puedes añadir trozos de chorizo a la cebolla para que se haga bien y suelte su sabor en el aceite y el caldo posterior (ver foto), o hacerlas sin chorizo y, si alguien quiere, saltearlo en una sartén alta o una olla pequeña con tres cucharadas de aceite, cuando esté hecho verterle el potaje ya hecho para que se mezcle caliente con el chorizo y el aceite durante un par de minutos y entonces servirlo. Normalmente yo hago esto último, pues no puedo comer chorizo ni grasa animales (No, retirar los trozos de chorizo del potaje no soluciona nada, comes la grasa que queda en el caldo) y así me aseguro que quienes sí lo toman disfruten del sabor del potaje con el punto del chorizo como si hubiera sido cocinado con él desde el principio.
Para dar aún más riqueza al sabor del caldo puedes añadir unos 200 gr. de espinacas, cocínalas de igual manera que las acelgas, y también medio puerro picado finamente y añadido a la par que la cebolla.
alternativas
Puedes utilizar la salsa de tomate casera para sustituir las cebollas, el ajo, el tomate y la albahaca. Para ello ten en cuenta que deberás saltear las acelgas con aceite solas y luego añadir la salsa de tomate como si fuera el tomate triturado. Evidentemente los tiempos de cocción se acortarán.
También puedes sustituir las acelgas por espinacas.