La gracia de estos pastelitos no está concentrada en la masa, como puede observarse en la foto. Me los inventé en un ataque de inspiración lujuriosa tras descubrir cómo hacer moldes de chocolate caseros. En realidad este post es más un procedimiento de cómo montar micro-pastelitos simples y tremendamente deliciosos que una receta completa (que no aportaría nada nuevo a lo que ya se puede encontrar en Internet). Advierto que no duran ni 24 horas por muchos que hagas pensando en varios días.

preparación

Para la masa utiliza cualquier receta sencilla de pastelería, por ejemplo para hacer magdalenas o incluso, como es el caso de la fotografía, masa de crepes (aromaticé la masa con un poco de ralladura de naranja). Llena moldes de magdalena con la masa hasta la mitad, pero que sean los moldes más pequeños que encuentres. Los que yo uso tienen 2 cm. de diámetro en la base. Hornéalos como lo harías cualquier magdalena (180 ºC), sólo que vigilando más porque al ser tan pequeños estarán listos muy rápido. Déjalos enfriar sin sacarlos de los moldes. Una vez fríos desmolda y reserva.

Derrite unos 75 gr. de chocolate para postres en tableta (1/2 tableta aproximadamente) bien al baño maría o al microondas, pero con mucho cuidado porque no debe hervir ni tampoco calentarse mucho el recipiente o se quemará el chocolate. Despliega un montón de moldes como los que has usado, pero nuevos claro, vierte en cada uno una cucharadita del chocolate derretido y pon encima los pastelitos como si intentaras acoplarlos al molde de nuevo, presionando para introducirlos con el pulgar en el centro del pastelito para que el chocolate desborde por todos lados por igual. Déjalos enfriar en el frigorífico y cuando estén fríos apílalos dentro de un tupperware y mantenlos refrigerados para conservarlos. ¡Voilá!, listos para devorar cuando quieras.

extras

La lista es interminable. Puedes hacerlos también con chocolate blanco, o dos chocolates incluso. Cubrirlos de chocolate derretido por encima para que al enfriarlos sean como un bombón y decorarlos con almendras enteras o molidas, frutos secos, nata y mermeladas o rapsodias en el momento de servir, coco rallado, cacao en polvo... También puedes añadir a la masa unas cucharadas de licor para aromatizarlos más, o vainilla azucarada o sin azucarar, etc. Podemos denominarlo vicio en crecimiento exponencial ;)

alternativas

Como podéis ver este procedimiento se puede utilizar para otros tipos de molde o incluso para pasteles de tamaño normal. ¡Jugad con los recipientes que tengáis en casa!

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