Esta fue una receta que se me ocurrió tras deleitarme en el sabor de un boniato asado con esa exquisitez que es la miel de caña o melaza (todo sobre la miel de caña en Gatronomicae; para asar boniatos lavarlos, envolverlos en papel de plata y hornear a fuego fuerte hasta que esté bien blandos al tacto). Lo cierto es que el boniato, batata o patata dulce tiene la fantástica propiedad de que no necesita azúcar para saber dulce, así que cuando quiero darme un placer más ligero en calorías de lo habitual en dulces me horneo un boniato y me lo como sin nada más.

Al igual que asados, los buñuelos de boniato son igualmente deliciosos sin agregar azúcar, así que cuando puedo aprovecho y se los hago a mi tito Charlie que es diabético. Se puede tomar del día o congelarlos para disfrutarlos en alguna otra ocasión (¡bien separados unos de otros o se pegarán!). Por cierto, no tienen ni siquiera huevo, así que ¡más sanos y ligeros imposibles!

2 boniatos bien grandes
½ vaso de azúcar, morena a ser posible (el azúcar es opcional, aunque muy recomendable para los golosos)
1 vaso de harina (si es integral, aún mejor)
aceite de oliva o girasol

preparación

Lavar los boniatos, envolver en papel de plata y hornear alrededor de 200ºC (horno fuerte) hasta que estén muy blandos al tacto (serán unos 20 minutos). Dejarlos enfriar, partirlos en 2 mitades y con una cuchara extraer todo el interior y ponerlo en un bol grande. Aplastar con un tenedor hasta conseguir una masa homogénea y añadir el azúcar poco a poco mezclando bien y escurrir si suelta gotas de jugo. Prueba la masa para comprobar el dulzor y agrega más azúcar si lo consideras necesario (recuerda que si usas azúcar blanco el dulzor será más intenso). En un plato hondo pon la harina y con la ayuda de dos cucharas de sopa haz bolas, rebózalas en la harina con tus manos y reserva. Cuando acabes fríelas en aceite muy caliente (o se te podrían deshacer en el aceite) hasta que cojan un color marrón oscuro y deja escurrir bien en papel de cocina. Sírvelos al momento con azúcar espolvoreada por encima o darles un golpe de microondas antes de servir. Puedes colocarlos en moldes de papel para magdalenas para una mejor presentación y facilitar a tus comensales el tomarlos sin mancharse las manos. ¡Disfrutad!

extras

Puedes servirlos con miel de caña, canela, nata montada, nata helada, chocolate caliente, etc.

alternativas

Puedes probar a utilizar endulzantes para cocinar libres de glucosa como Splenda.

1 Comment:

  1. Gastronomicae said...
    Intentaremos buscar tiempo y hacer la receta. Buen blog, buen trabajo.

Post a Comment