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La empresa tras el snack de chocolate Twix ha comenzado una divertida campaña de marketing en España llamada “Caramelo, Galleta y Chocolate”. Vale la pena ver los videos promocionales, disponibles en YouTube. Podéis convertirlos para guardarlo en el PC, el móvil u otro dispositivo con este conversor online gratuito.

El Twix fué uno de los primeros snacks que probé en mi vida y uno de los que primero desembarcaron en España, donde ese tipo de peccadillos eran desconocidos hasta mediados de los 80 del siglo pasado. Sólo aquellos españoles que habían viajado a países como Reino Unido sabíamos acerca de ellos. Incluso a principios de los 90, cuando fui a Inglaterra por primera vez, el paisaje de estanterías repletas de snacks de chocolate en los supermercados provocaba en los amantes del chocolate una increíble sensación de euforia mezclada con un estado onírico tipo “no me lo puedo creer”. En mi caso además solté una carcajada, exactamente como hace un par de años, cuando tuve la suerte de volar en primera clase gracias al overbooking y un asistente de vuelo guapísimo me ofreció, con un tono de voz acaramelado, una copa de zumo de naranja. Pero volviendo a la calle del paraíso en el supermercado, cuando no podías escoger uno sólo entre tanta variedad, el Twix siempre era una elección fiable.

Personalmente, lo mejor del Twix no es su chocolate, ni su caramelo ni tampoco su galleta. Lo que realmente le distingue de otros es su pegajosidad: Muérdelo con demasiada fuerza y acabarás con las mandíbulas pegadas, tratando de hablar mientras masticas. Es como toffee, pero con chocolate y la sensación de crujiente implicados. Ahora que pienso en ello, es un sabor tan característico que lo tengo asociado con mi madre (otra amante del chocolate, le descubrí este snack) y Reino Unido.

Un consejo práctico para disfrutar de un Twix: Ponlo un par de horas en el frigorífico, córtalo en cubos y sírvelos en un plato pequeño, como si fueran bombones, preferiblemente en una de esas charlas de cáfe y té a medianoche con los amigos. ¡La pegajosidad es más divertida si es compartida! ;)