Escribir sobre recetas estupendas, platos espectaculares, increíbles utensilios y novedades gastronómicas está muy bien, pero para los que empiezan en esto de la cocina a veces se hace un poco cuesta arriba la complejidad en ingredientes y técnicas de muchas recetas. ¿Quien va a saber hacer una pechuga a la Villeroy si aún está en la fase de dominar la tortilla de patatas?

Manámaná nació de esa idea, de que es posible aprender o evolucionar en la cocina sin pasar en ella una eternidad, sin complicarte la vida más allá de lo que exactamente quieras (por eso las recetas traen las secciones “extras” y “alternativas”). De pasarlo bien en la cocina y comer estupendamente, de coger seguridad con los tejemanejes de ollas y sartenes.

Hace unos años (la verdad es que ya son bastantes) yo era una estudiante universitaria con la misma habilidad de cocinar pucheros que un babuino. Mi repertorio de recetas se limitaba al huevo frito, macarrones con crema de queso, bizcochos de yoghourt y una tímida versión de galletas de mantequilla que a veces me salían duras como piedras. Pero afortunadamente la vida cambia, y descubrí que me encantaba comer bien y que cocinar me relaja mucho. Los comienzos fueron caóticos y muy divertidos, y mi cocina fue durante unos años referente de Hic sunt dracones (Aquí hay dragones/terra incógnita), deporte de riesgo y parque de atracciones. En realidad todos mis amigos de mi misma generación estábamos igual, y me dediqué a reflejar en un mundo imaginario ilustrado en viñetas algunos de los más afamados desastres y a publicarlas en una web que creé, pero que murió hace ya mucho.




Ahora que he montado este blog sobre cocina, me parece muy adecuado escribir algunos posts relatando aquellos cirios para quitar miedos a los novatos en esto del puchero y hacer pasar un buen rato a todos, así como publicar las tiras de algunos de ellos. ¡Y si algún lector tiene un desastre que contar que lo comparta con nosotros!

PD para piratillas: Las tiras, incluido el diseño de personajes (todos tienen origen en personas reales) tienen copyright, como toda obra, y es mío (Instea en las tiras, la de la camiseta de la calavera viviente). Si queréis publicarlas en algún medio, ya sea digital o no, pedid permiso antes. Además, haréis feliz a una antigua cocinera desastrosa ;).

1 Comment:

  1. Anónimo said...
    Qué tiempos :)

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