Una cosa que me encanta de Cataluña es la afición que tiene allí la gente por el chocolate. Tanto en los hogares como en restaurantes nunca faltan pecadillos maravillosos con el cacao como absoluto protagonista, y abundan las chocolaterías, pastelerías y, lo que es más, cafeterías donde puedes tomarte al menos un chocolate calentito o un suizo (llamado así por aquellos lares a un chocolate caliente con nata; en Granada, por ejemplo, es un bollo muy popular de masa esponjosa que se toma para desayunar).
Volviendo al tema protagonista de este post, es un placer anunciar que del 19 al 22 de octubre será posible disfrutar del II Salón del Chocolate de Barcelona. Habrá secciones para profesionales, exposiciones, demostraciones, catas, el Campeonato de España de Maestro Artesano Bombonero y demás actividades lúdicas. La entrada cuesta 8 € e incluye un regalo (tengo grandes esperanzas puestas en que sea comestible).
Si alguien se pasa por allí le agradeceríamos que nos explicara qué le ha parecido. Por mi parte si consigo visitarlo también me apuntaré a relatar pormenores.
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